Que nada te detenga

Dicen que si tienes una idea o proyecto en el cual no dejas de pensar, debes de ir tras ello.

Ya les contaba en mi entrada pasada que tengo muchos planes que quiero llevar a cabo este año y sí, se dice muy fácil y uno fantasea con que las cosas van a ser sencillas, pero la realidad es otra. No siempre se corre con la suerte de tener las puertas abiertas en todos lados, a veces tenemos que tocar y tocar, aceptar los ‘no’ por respuesta y seguir con la frente en alto hasta lograr nuestras metas. El camino es difícil pero el final vale la pena. Pero entonces, ¿cómo llegar a cumplir nuestros propósitos?

  • No comparando tu ritmo con el de otros: Creo que esto es lo principal y más importante. Yo, por ejemplo, a veces caigo en ese mal de comparar mi vida con la de otros y olvido que cada uno vamos a nuestro propio ritmo y eso está bien. La paciencia es clave para lograr cualquier cosa.
  • No ponerte límites: Los límites los creamos nosotros solitos por nuestros miedos y complejos. Pienso que vivimos en una época en la cual, de verdad, podemos lograr lo que queramos lo único que tenemos que hacer es dejar a un lado todos esos miedos y aventarnos. No hay de otra.
  • No procrastinar: No me van a dejar mentir, pero la mayor parte del tiempo las redes sociales nos distraen de nuestros pendientes y actividades del día. ¿Cuántas horas no hemos pasado perdidos en Youtube, Pinterest o Instagram? Y no digo que sea malo, porque por lo menos yo los uso de inspiración y motivación, pero tenemos que aprender a organizar nuestros tiempos y darle prioridad a las tareas más importantes.

Y esto me lleva a lo último que es:

  • Ser constante: Roma no se construyó en un día, y cualquier cosa que queramos lograr lo tenemos que ir haciendo poco a poco, un día a la vez y con paciencia. Sea lo que sea que quieras hacer, la constancia es muy importante. Si quieres lograr ser bueno en un deporte, titularte (cof, cof), irte de viaje o seguir preparándote como profesional, tienes que luchar por ello día a día y estar abierto a que aunque te equivoques o falles, debes seguir adelante.No te frustres,  lo encantador de los errores es que aprendemos de ellos.

Queridos lectores, en serio, aunque sea muy cliché: ¡Luchen por sus sueños! Vayan tras eso en lo que no dejan de pensar. Por más loco o imposible que parezca, confíen y pongan todo su esfuerzo para lograrlo.

Espero que estén teniendo una semana muy feliz y productiva.
¡Les escribo pronto!

 

Ana Lucía.

 

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